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Discurso del Presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza

Con motivo de la entrega de medallas de Santa Isabel de Portugal 2013

Zaragoza, 4 de julio de 2013

Desde 1984, coincidiendo con la festividad de Santa Isabel de Portugal, la Diputación de Zaragoza efectúa estos reconocimientos. Con ellos,  distinguimos a personas e instituciones, cuya labor redunda en beneficio de la sociedad.

Santa Isabel, Infanta de Aragón y Reina de Portugal, fue ejemplo de sacrificio y tesón. Dedicó su vida, a ayudar a quienes más lo necesitaban. Nuestra Patrona, es un ejemplo más que nos ha dado la historia de hombres y mujeres buenos. Como lo son, las 109 personas e instituciones, que han sido distinguidas por esta Diputación a lo largo de su historia. Estas medallas ensalzan principios y valores.

Hoy, nuevamente, se pone de manifiesto que la entrega, el sacrificio, la vocación de servicio y el compromiso son una manera de entender la vida.

La Santa y Real Hermandad de Nuestra Señora del Refugio y Piedad de Zaragoza, el geógrafo D. Luis Granell Pérez y el técnico del CAI Basket Zaragoza, D. José Luis Abós García, han sido merecedores del Premio Santa Isabel de Portugal 2013.

Enhorabuena por ello. Pero, sobre todo, deseo felicitarles por su trayectoria vital. Esa, que les hace ser dignos merecedores de estas Medallas. Son ustedes ejemplo de compromiso. Un compromiso que demuestra que lo importante no es utilizar nuestras potencialidades para escalar posiciones. Lo fundamental, es volcar todas nuestras energías, en mejorar la sociedad de la que formamos parte.

La Hermandad de Nuestra Señora del Refugio es ejemplo de personas comprometidas con la realidad que nos ha tocado vivir. Esta entidad, con la implicación de las  Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y el trabajo desinteresado de muchos voluntarios, logra llevar aliento y esperanza a colectivos con especiales dificultades.

Por eso, el trabajo de quienes forman parte de la Hermandad, que hoy personificamos en su Hermano Mayor, Don Manuel Marqueta, es sobre todo, un acto de amor desinteresado y sin límite. La Hermandad del Refugio representa  vocación de servicio, igual que  Don Luis Granell, es ejemplo de trabajo y entrega hacia los demás.

Este intelectual aragonés, geógrafo y periodista,  ha estado siempre al frente de proyectos ilusionantes. Fue director de Andalán, un medio de comunicación de referencia en nuestra Comunidad Autónoma durante la Transición. Es y, sigue siendo, el alma mater de la Coordinadora para la Reapertura del Ferrocarril Canfranc- Oloron. Don Luis Granell nos recuerda que el talento es el mejor revulsivo y que perseguir objetivos nobles consigue aunar voluntades.

Y si de ilusionar o aunar voluntades hablamos, Don José Luis Abós nos ha dejado el listón bien alto. Ha sido artífice de dos hitos del deporte aragonés: Primero, consiguió devolver al baloncesto zaragozano a la máxima categoría y esta temporada nos ha hecho disfrutar, y mucho, en la pelea en el play-off por el título.

Afán de superación, ejemplo de que el trabajo en equipo da sus frutos, José Luis Abós, encarna esos valores del deporte. Valores, que trasladados a la sociedad, nos hacen creer que las metas, con esfuerzo y sacrificio son posibles.

El CAI Basket Zaragoza ha sido muestra de esa ilusión colectiva. Por todo ello, mi felicitación también al conjunto del club.

Deseo que este acto sirva para que todos sepamos volver nuestra mirada hacia las cosas y los proyectos que, de verdad, merecen la pena.

Son muchas las personas e instituciones implicadas con sus ciudadanos, que  trabajan con las personas que peor lo pasan o que más lo necesitan, que dejan lo mejor de sí mismos, por el bien común. Las personas somos la principal materia prima para hacer de nuestra provincia y de nuestro país, un lugar mejor. Es responsabilidad de todos. Y, sin duda, es la obligación de quienes desempeñamos, un papel activo en la vida pública. Y eso nos incluye a todos.

La sociedad española nos ha dado ejemplo  de su capacidad de sacrificio,  de su esfuerzo,  de su afán de superación. Es cierto que existe desafección pero, también es cierto, que la mayoría de los españoles demuestran día a día, un gran respeto por sus instituciones, signo inequívoco, del grado de madurez democrática.

La ambición persona es buena y legítima. Pero es la ambición colectiva la que hace que un país salga adelante. Con firmeza y con optimismo. Con implicación y con respeto. Esa implicación y respeto que hoy reconocemos en nuestros galardonados. Si trabajamos juntos, si nos implicamos, si seguimos construyendo  una sociedad con principios y valores la recuperación, llegara antes y con más fuerza.

Y  seguro, que ese el deseo de todos.

Muchas gracias.

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