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La DPZ promociona las torres y campanarios de la provincia en la ciudad de Zaragoza

El Paseo Independencia de la capital aragonesa acoge, durante dos semanas, una acción promocional que destaca la singularidad patrimonial en muchos municipios del territorio zaragozano

Zaragoza, 12 de septiembre de 2013. La Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), a través de su delegación de Turismo, ha puesto en marcha una campaña de promoción de las Torres y Campanarios mudéjares que atesoran los municipios de Zaragoza. La campaña empieza en la capital aragonesa, en el Paseo Independencia, para dar a conocer este extenso patrimonio de la provincia entre los ciudadanos de Zaragoza.

En los diecisiete paneles que configuran la acción promocional, aparecen numerosos ejemplos de iglesias mudéjares con torre o campanario, que se encuentran en comarcas como las de Calatayud (Ateca, Belmonte de Gracián, Calatayud y Maluenda), Campo de Daroca (Daroca, Mainar, Romanos y Villar de los Navarros), Cinco Villas (Tauste), Tarazona y el Moncayo (Tarazona), Mancomunidad Central (Alfajarín, Utebo, Zaragoza), Ribera Baja (Velilla de Ebro), y Ribera Alta (Alagón).

El vicepresidente primero de la DPZ y delegado de Turismo, José Antonio Sanmiguel, ha explicado que “la provincia cuenta con un importantísimo patrimonio de torres, único en España y en Europa, y desconocido para un gran número de ciudadanos; creemos que es fundamental impulsar su conocimiento y, con él, el Turismo en nuestro territorio”.

El mudéjar singular de Zaragoza y Aragón

El mudéjar zaragozano y aragonés manifiesta una fuerte personalidad que se alimenta, en muchas ocasiones, de sus propias fuentes y precedentes musulmanes, tras finalizar en Aragón la Reconquista en el siglo XII. Es especialmente reconocido por su magnífica colección de espectaculares campanarios, algunos de ellos son, probablemente, antiguos alminares zagríes, convertidos en campanarios tras la conquista.

Ya en época plenamente cristiana la mayoría de estos campanarios son de los conocidos como del tipo "alminar", es decir, compuestos por dos torres, una envolviendo a la otra y entre la interior y los muros perimetrales, escaleras cubiertas por bóvedas por aproximación de hiladas. Son muy singulares las torres octogonales, que, a pesar de su forma exterior como las torres góticas levantinas, al interior ofrecen  estructura de alminar, torres mudéjares de planta octogonal, son exclusivas de Aragón, no existiendo en otros lugares de la Península.

El mudéjar resolvió con eficacia y belleza la función del campanario en las iglesias cristianas utilizando para ello la tradición constructiva islámica y los materiales propios de un territorio en el que escasea la piedra. En la provincia de Zaragoza, y también en la capital, se conserva un impresionante repertorio de estas torres con diversidad de formas y tipologías.

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