La escuela taller DPZ XIV llega a su fin tras haber restaurado 12 obras de arte mueble y decenas de libros y documentos antiguos
Durante dos años, 24 alumnos desempleados se han formado en cuatro especialidades: restauración de bienes muebles, carpintería, investigación y restauración de documento gráfico
La escuela taller DPZ XIV de la Diputación de Zaragoza ha llegado a su fin tras haber restaurado 12 obras de arte mueble –retablos, esculturas y pinturas sobre lienzo– y haber completado 27 trabajos de restauración de documento gráfico en los que se han recuperado decenas de libros y documentos antiguos. Durante dos años, 24 alumnos desempleados han contribuido a conservar el patrimonio histórico-artístico de los municipios de la provincia a la vez que se formaban en cuatro especialidades: restauración de bienes muebles, carpintería, investigación y restauración de documento gráfico.
Promovida por el Instituto Aragonés de Empleo (Inaem) y cofinanciada por el Fondo Social Europeo, la escuela taller de restauración DPZ XIV ha continuado la labor que inició la Diputación de Zaragoza en el año 2000, cuando se puso en marcha la primera escuela taller de este tipo impulsada por la institución provincial. Desde entonces, las siete escuelas taller celebradas han restaurado casi 300 obras de arte mueble y más de 900 documentos gráficos y han formado a cerca de 200 jóvenes facilitando así su inserción laboral.
“Sin esa labor fundamental, gran parte de esas obras de arte y de esos documentos se habrían echado a perder”, ha recordado en la clausura de la escuela taller el diputado delegado de Bienestar Social, Feliciano Tabuenca, quien también ha subrayado la importancia que este tipo de proyectos tienen para los alumnos que forman parte de ellos. “Son graduados y tienen la titulación, pero les falta la experiencia, la práctica, por eso la escuela taller de restauración de la Diputación de Zaragoza es un trampolín muy importante para ellos”, ha explicado Tabuenca.
Por su parte, el director de la escuela, Luis Benedicto, ha destacado que a lo largo de sus siete ediciones las escuelas taller de restauración de la DPZ se han convertido “en un referente nacional” tanto por la forma de gestionarlas como por las técnicas utilizadas en las intervenciones. Benedicto ha puesto como ejemplo la labor realizada para ampliar y divulgar la base de datos de filigranas de la Diputación de Zaragoza, en la que se incluyen las marcas de agua de todos los documentos que pasan por la escuela taller. “Ese trabajo ha servido como modelo para la actualización del corpus de filigranas hispánicas del Instituto de Patrimonio Cultural Español, que ha sido encargada a dos ex alumnas de la escuela”, ha señalado.
La escuela taller de restauración DPZ XIV ha tenido un presupuesto de 1,8 millones de euros financiado por la Diputación de Zaragoza (62%) y por el Inaem (32%). Se puso en marcha el 29 de noviembre de 2014 bajo la dirección de Victoriano Miranda, que falleció poco después y fue sustituido por Benedicto. Durante dos años, los 24 alumnos de la escuela –18 chicas y ocho chicos– han recibido 960 horas de formación tanto específica de su especialidad como complementaria.
En el taller de carpintería han participado seis alumnos que además de aprender técnicas de carpintería al uso han apoyado a los demás talleres en la restauración de elementos de madera y en la manipulación y el montaje de las obras de arte. Por su parte, en el taller de investigación y mantenimiento de bienes culturales se han formado dos alumnas dedicadas a la catalogación, el estudio histórico y la realización de informes sobre todas las obras en las que se ha intervenido.
El taller de restauración de documento gráfico ha contado con seis alumnos que han aprendido a recuperar libros, pergaminos, encuadernaciones, fotografías, carteles… Por último, en el taller de restauración de bienes muebles han participado diez alumnos centrados en la restauración de pinturas sobre lienzo, esculturas y retablos.
En cuanto a las obras en las que se ha intervenido, destacan piezas como el Cristo de la Cuna de Ateca, el retablo de la Virgen del Carmen de Monterde, el retablo de la Virgen del Rosario de Tobed, los libros sacramentales de la parroquia de Vera de Moncayo o distintos libros y documentos del archivo municipal y el archivo catedralicio de Tarazona.