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Ruta del Bajo Ebro: Monasterio de Rueda, Caspe, bajo Ebro y Mar de Aragón

Día 1:
Monasterio de Rueda, comida en Caspe y tarde en Caspe
La carretera nacional 232 y luego la A221, conducen a Velilla de Ebro , primera parada de esta ruta. Junto a esta población, en un privilegiado emplazamiento, se hallan las ruinas de Celsa , una colonia romana que conserva casi intacto su trazado urbano original. La excavación cuenta con un interesante museo. ( Museo de la Colonia Lépida Celsa, visitas martes a domingo de 9.00 a 15.00 h. miércoles de 16.00 a 18.00 h.. Lunes cerrado. Teléfonos: 976 222181 y 976 225682).

Se recomienda tomar la carretera que pasa por Alforque , Alborge y Sástago , y disfrutar del incomparable paisaje, para llegar a Escatrón . En su iglesia se instaló el antiguo retablo de alabastro del Monasterio de Rueda . La cercana abadía fue edificada según el esquema de la arquitectura del Císter, con las distintas dependencias dispuestas alrededor de un claustro. Su palacio abacial se ha acondicionado como Hospedería. 

Al lado del monumento, una senda lleva a la orilla del río. Allí se pueden admirar el rico marco natural del cenobio, una antigua noria y un acueducto gótico.

Comida, tarde y alojamiento en Caspe.

Por la tarde: paseo urbano por Caspe, ciudad del afamado Compromiso, por el que se eligió el heredero de la Corona de Aragón. Llaman la atención la Colegiata, el Ayuntamiento, la torre Salamanca y su museo de Heráldica de la Corona de Aragón, así como la plaza Mayor, donde se levanta la Casa Barberán. El mausoleo romano de Miralpeix y la ermita de Santa María de la Horta tuvieron que ser trasladados a su casco urbano para no ser anegados por las aguas.

Día 2:
Visita a las localidades del bajo Ebro y paseo en barco por el Mar de Aragón. Comida y regreso

En este territorio discurre el denominado Camino Jacobeo del Ebro, procedente de Cataluña, que atraviesa Maella, Fabara, Nonaspe y Fayón. A orillas del agreste río Matarraña, se suceden Nonaspe, Fabara y Maella. Las tres rivalizan en la belleza de sus iglesias góticas, de sus plazas mayores y de sus Ayuntamientos, alojados en edificios medievales. Fabara, además, posee un panteón romano en forma de templo clásico único en la Península Ibérica y un museo dedicado al pintor local Virgilio Albiac, autor de luminosos paisajes. Maella conserva la casa natal de Pablo Gargallo, uno de los precursores de la escultura moderna, donde se exponen permanentemente algunas de sus obras.

Comida a orillas del pantano de Mequinenza o el Mar de Aragón.

Paseo en barco y regreso a Zaragoza.